Un plato para valientes o adictos al picante
Ingredientes
20 alitas de pollo – 50ml de vinagre de sidra – 4 cucharadas de ketchup – 10 cucharadas de salsa sriracha – 2 dientes de ajo – 1 cucharadita de mostaza americana – 1 cucharada de salsa de soja – 1 cucharadita de tomillo seco – 2 cucharaditas de orégano seco – chile en polvo al gusto (opcional) – aceite vegetal para freír – pimienta negra – sal
Separamos las alas en tres trozos, desechando las puntas. Salpimentamos y dejamos reposar un par de horas en la nevera.
Calentamos el vinagre hasta que rompa a hervir, retiramos del fuego y añadimos el ketchup, salsa srisacha, el ajo bien majado con un poco de sal, mostaza, salsa de soja, pimienta y las hierbas secas. probamos y opcionalmente añadimos más picante con chile en polvo a nuestro gusto. Reservamos en un bol grande.
Freímos las alitas en abundante aceite caliente hasta que estén hechas y doradas. Escurrimos bien el aceite y añadimos al bol donde tenemos la salsa. Mezclamos bien con las manos para que se impregnen en toda su superficie y servimos inmediatamente.
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Si queréis preparar unas alitas realmente picantes es difícil hacerlo con un adobado previo, sino que debéis emplear una salsa picante en la que las bañaréis una vez preparadas. En casa gusta el picante, y con las cantidades que indico son para valientes, pero no incomibles.
El pollo se puede freír o bien asar en el horno, de la última manera que da menos graso y se puede preparar una mayor cantidad a la vez, manteniéndolo caliente hasta el momento de bañarlo con la salsa. Si sois muchos a comer, el horno es la opción ideal.