OTROS
Ayer estuve por Allariz, visitando a nuestros amigos de la Asociación ANDREA, con los que compartimos una deliciosa comida y un estupendo día. Elsa me ha enseñado a preparar el pan de levadura madre, y ayer cuando nos marchábamos, nos obsequió con un bollo de pan muy especial, que aquí os muestro. Crujiente y dorado, como podéis ver es un pan elaborado con harina biológica de trigo, pasas y levadura madre, y está absolutamente delicioso.
Pero tiene una característica muy, muy especial que lo hace único, en relación con su cocción, así que os lanzo una pregunta, a aquellos que os guste hacer pan, a ver si respondéis al reto: ¿Cómo está horneado?. Como pista, os diré que ha estado en «su horno» más de cuatro horas, y además os diré que la solución a buen seguro os va a sorprender bastante 😉
Os dejo otra foto del pan entero, por si os ayuda. Los que os animéis, dejad la respuesta en los comentarios. Mañana, si nadie lo acierta, la solución 😀
ACTUALIZACIÓN: Este es un pan hecho en una cocina solar muy simple, fácil de hacer con pocos y baratos elementos, y que es además fácilmente transportable. Hace tiempo os presenté una receta de Quinua en cocina solar, en donde os describía, con fotos, la estructura de la misma. El único cambio que presentaba la que se usó para cocinar este pan es que el parasol empleado no era de coche, sino de camión, mucho más grande y con mayor superficie de reflexión de la luz solar, así que la temperatura alcanzada en el interior de la cámara es mucho más elevada. Quien haya visto pan elaborado en cocinas solares se sorprenderá probablemente del grado de tostado y la caramelización de la superficie. El tostado de la corteza es similar al obtenido si lo hubiésemos hecho en un horno en torno a 200ºC, pero el sabor es superior, increíble, estando incluso la corteza crujiente.
El pan está elaborado según la receta que os presenté hace tiempo del Pan gallego de levadura madre, con el añadido de pasas sin semillas. Como diferencias, la cantidad de harina empleada es menor, 500g creo, ya que la olla es mucho más pequeña, y la fermentación se hace directamente en el recipiente donde se va a cocinar el pan, que debe estar previamente enharinado. El tiempo de cocción es de unas 4 horas, en un día soleado, y la cocina debe orientarse al sol cada cierto tiempo.
¿Qué os parece?¿Os animáis a cocinar el pan al sol?
Hoy os presento un nuevo proyecto que hace tiempo tenía en la cabeza, y que, por fin ha visto la luz, Flexitariano. org. Se trata, que yo sepa, del primer portal sobre flexitarianismo en español, incluso pienso que el primero en toda la red, ya que no he encontrado tampoco ninguno ni en inglés ni en otras lenguas.
Probablemente muchos de vosotros no sabréis incluso lo que es el flexitarianismo, ya que se trata de un concepto relativamente nuevo, que apareció por primera vez en el año 2003. Se refiere a un modelo de alimentación basado en una dieta vegetariana, pero que incluye de manera ocasional, y esto es lo que diferencia al flexitarianismo como tal, pequeños aportes de pescado y/o carnes. Personalmente, es mi modelo de alimentación desde hace ya bastante tiempo: una dieta vegetariana en mi casa, donde cocino todos los días, y algunas excepciones, en mi caso prácticamente siempre pescado, especialmente cuando como fuera de casa, restaurantes o compromisos sociales.
Así que ya conocéis una nueva palabra. Os invito a pasar por este nuevo portal y a echarle un vistazo, espero que os guste y que sea de utilidad la información que allí se encuentra, que poco a poco iré ampliando. Además, será una página abierta a la participación de los lectores, que podrán contribuir a ella mediante el envío de artículos o información que consideren de interés.
Todo está aquí, en Flexitariano.org
El pasado sábado 24 había asistido, en Santiago, a un Taller de cocina con Marcelo Tejedor, de Casa Marcelo, en mi modesta opinión el número 1 de la cocina gallega actual, dentro del programa Santiago Repetirás. Ese día, por la mañana, fuimos con él al Mercado de Abastos de Santiago, y después cocinamos lo que se había comprado, en el incomparable marco del Hostal dos Reis Católicos, preparando un pequeño menú que se degustó al final entre todos los asistentes. La verdad es que, a pesar de que el día de plaza fue bastante peculiar, ya que fue justo después del último gran temporal que asoló Galicia, la experiencia fue estupenda. Personalmente aprendí mucho de Marcelo, tanto en la plaza como después en el taller de cocina, en el que nos mostró mucho de su manera de cocinar, enseñó cosas aparentemente básicas pero de gran importancia, mostró alguno de sus «secretos», y, sobre todo, se mostró muy comunicativo, didáctico y divertido, en una jornada que creo que disfrutamos mucho tanto él como todos los asistentes.
Tres de los platos que hoy os presento, la sopa, el nabicol rehogado y la bica, están basados en mayor o menor medida en recetas de Marcelo realizadas durante este taller, aunque las que aquí veis tienen variaciones sobre las recetas originales; algunas, por no tener los ingredientes necesarios, otras, para poder adaptarlas a la cocina vegetariana y, finalmente, otras hechas según mi gusto personal. Los otros tres platos son recetas propias. Como siempre en este blog, os pondré la receta tal como yo la he preparado, pero en este caso no reflejaré cuales son las variaciones sobre la receta original del cocinero, con el único objeto de no descubrir los pequeños «secretos» del chef, por una cuestión de respeto. Así que las recetas son mis adaptaciones: unas se aproximan más y otras menos, pero ninguna es tal cual. Para probar las originales, os tocará ir a visitar a Marcelo a su restaurante… lo cual, por otra parte, siempre merece la pena.
Sin más, os pongo las fotos del menú completo, que iré desglosando a lo largo de las próximas entradas:
A partir de mañana, comenzamos con las recetas 🙂

Y después de 250 recetas, y 300 entradas publicadas, aquí sigo…
Así que, agradeceros de todo corazón vuestra atención y compañía. He aprendido mucho de vosotros, y lo he disfrutado un montón durante todo este tiempo. Lo que comenzó simplemente como un cuaderno de recetas que pudiese tener disponible en cualquier lugar, sin duda se ha convertido en algo más grande. Me alegra el que os sirva de algo, que os llevéis las recetas y las ideas; esa es la principal función de esta página.
Seguimos compartiendo recetas, a ver hasta dónde llegamos. ¡Ha sido un placer!
Hemos tenido la oportunidad de cocinar y crear juntos, en mi propia casa, y ha salido un menú estupendo, que iré desgranando a lo largo de las próximas entradas. Os dejo un anticipo de lo que iré anotando de forma más o menos caótica. Aquí tenéis las fotos, como avance de lo que veréis a lo largo de los próximos días:
Pues bien, esto nos ocupará las próximas entradas, no necesariamente en este orden, salvo la primera receta, la sopa japonesa, que ya había sido publicada anteriormente en este blog… así que, ojo al dato; os aseguro que el menú merece la pena…
Os dejo aquí una foto de Javi y mía, con el gunkanmaki dulce, así lo podéis conocer, ya que a mí creo que me tenéis demasiado visto, con todas las fotos que he puesto últimamente.
Estad atentos… las recetas, a partir del próximo lunes. Empezaremos con el huevo a 65º, con una «técnica doméstica» muy fácil y sin necesidad de disponer de una Roner… os va a gustar, os lo aseguro.
Elena, Majouy, Pausan y Puntiyo me han entregado este premio y, aunque no soy mucho de hacer memes, al final me he animado. ¡Gracias, chicas, por el premio y por acordaros de mí!
He intentado contestar con la mayor sinceridad posible, creo que se notará en las respuestas. Me cuesta hablar de mí, pero, esta vez, y para todos vosotros, he hecho un pequeño gran esfuerzo.
Je, je…
Bueno, ahí va:
Lo que te choca: La puerta del armario donde guardo los platos. Me doy unos ostiazos estupendos. Me queda a la altura de la frente, encima del fregadero, y cuando la abro y no me acuerdo, al ir a fregar los platos me la llevo por delante. Y duele. Vaya si duele.
Lo que te eriza: El aceite de oliva. Cuando estoy friendo algo y me salpica en el brazo. Se me ponen los pelos como escarpias.
Lo que te excita: Mejor no contamos intimidades, je, je… la cocina es un lugar muy interesante, ¿no?
Lo que te suelta: Los garbanzos, las alubias, lentejas… las legumbres en general. ¿Entramos en detalles, je, je?
Lo que te hace reír: Los golpes de la puerta que os dije antes… primero duele, y después te queda una risa de lo más tonta. ¿Nunca os ha pasado?
Lo que te hace llorar: Las cebollas, por supuesto.¡Ah, y las almendras y las avellanas!. Cuando me doy con el martillo en los dedos…
Lo que te da náuseas: ¿Nunca se os ha olvidado un tomate en la nevera y lo habéis descubierto quince días después? Un poco asquerosillo sí que es, la verdad. Hoy he encontrado uno.
Lo que te hace falta para ser feliz: ¿A mí? Yo soy feliz como una perdiz. Si crees que algo te falta, si pones tu felicidad en lo material, nunca serás feliz. (¡Uy, qué profundo me ha quedado. Esas cosas las escribo yo en mi mundo delokos, pero no aquí, je, je. En cualquier caso, ahí queda eso.)
Lo que te trae infelicidad: Como esa Infelicidad no traiga además algo para cocinar, o para comer, desde luego que no pasa de la puerta. Los invitados deben venir con algo útil, o al menos que lo parezca, je, je…
Lo que te lastima: Aparte de la puñetera puerta antes mencionada y del martillo de los frutos secos… muchas cosas. Depende cómo caigan y cómo golpeen. Y, sobre todo, dónde golpeen. Mejor no entramos en detalles.
Lo que temes: El cuchillo japonés para sushi. Está de un afilado que ni os cuento, el muy hijop***. Y me da un miedo terrible, cada vez que tengo que usarlo.
Lo que no quieres perder: La moneda falsa de plástico que llevo para sacar los carritos del Carrefús… es mi tesssssoro. No sé qué haría sin ella.
Lo que quieres alcanzar: Un bote de pochas en conserva que metí en la despensa atrás de todo. Ni subido una escalera soy capaz de alcanzarlo. A ver si un día de estos, con un palo largo, lo consigo. Ese día comeremos pochas.
La fecha que odias: La de la caducidad de los yogures. Te hace mala sangre cuando te comes uno que lleva 20 días caducado. Pero está bueno igual. Yo creo que lo hacen para fastidiar. O a lo mejor es la fecha de fabricación, y es la máquina la que lo escribe mal. Quién sabe.
La festividad que adoras: La verdad es que nunca se me había ocurrido meter un calendario en el horno… a dorar. Tendré que probarlo, a lo mejor sale algo interesante. Gracias por la idea.
Una mentira que hayas dicho: Tralaralara… pío, pío, que yo no he sío… ¿Mentiras yo?¿Adónde?
Una nostalgia: Acompañada de patatas fritas, guisantes y huevos escalfados. Está estupenda. Probadla. Un día de estos cuelgo la receta.
oooOOOooo
Bueno, esto es todo, amig@s. Se supone que se lo tengo que pasar a cinco personas, pero, como no me gusta tener que elegir entre todas las maravillosas personas que pasáis por esta mi casa (¡qué bien he quedado!, ¿verdad?) pues, quien se anime, que lo haga, incluso si quiere, en los comentarios.
Como dicen Les Luthiers, este post ha sido «fueeeeeera de programa». Mañana, otra receta, sin tantas «caralladas». Prometido…
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