Ingredientes
2kg de mirabeles do Rosal, pesados limpios y sin hueso – 1kg de azúcar blanco de caña – 20g de pectina de manzana
Mezclamos el azúcar con la pectina de manzana, removiendo bien. En una olla de fondo grueso, donde prepararemos la mermelada, disponemos una capa de fruta, cubrimos con azúcar y continuamos así hasta terminar ambos ingredientes. Tapamos y dejamos reposar al menos cinco horas, o toda la noche. El azúcar se disolverá, y formará un líquido almibarado.
Llevamos a fuego medio y calentamos hasta que comience a hervir. Cocemos hasta que la temperatura alcance los 103ºC, o bien, de vez en cuando, vertemos una cucharada en un plato frío y comprobamos la consistencia. Podemos pasar la batidora para hacerla más fina, pero no triturarla compeltamente, ya que siempre es agradable encontrar trocitos enteros de fruta.
Lavamos concienzudamente, y hervimos los botes y las tapas durante cinco minutos, o los ponemos en horno de vapor a 100ºC el mismo tiempo. Los llenamos en caliente hasta el borde, tapamos con firmeza y hervimos durante 20 minutos, o con vapor a 100ºC. Dejamos enfriar los botes sobre un paño, boca abajo, etiquetamos y guardamos un par de meses antes de consumir
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Ya que los mirabeles están en plena temporada, y es el momento de hacerse con ellos, hoy os vuelvo a presentar una conserva con ellos, en este caso una mermelada, para que aprovechéis el momento y conservarlos todo el año.
Os diré que es una de las más ricas que he probado; recuerda a la ciruela y al melocotón, pero con un aroma y sabor intenso y particular. Como siempre, las mermeladas caseras hechas con fruta fresca no tienen comparación con las comerciales. Si empleáis fruta de temporada biológica, que esta perfecta y a buen precio, y azúcar blanco ecológico, el resultado final será a buen seguro inigualable.
Yo empleo poco azúcar en la preparación, unos 500g por kilo de fruta. Se puede subir hasta los 700g por kilo. Pero es por ello que empleo pectina, para lograr una textura de mermelada con menos azúcar. Si la queréis más dulce, añadid más azúcar y cocedla hasta los 105ºC para lograr una consistencia perfecta.
Esta receta será mi segunda y última contribución al evento gastronómico HEMC#35 que tiene como tema las conservas caseras.
Hola que tal ?
Me gustaría preguntarte si los mirabeles son los escaramujos?
Yo compre el otro dia una hecha en Ikea, ( que no me gusto mucho) y le llaman sopa de escaramujo o rosas.
Besos
Margot
No, no tienen nada que ver. El mirabel es una especie de ciruela, pequeña, muy aromática y sabrosa, que recuerda en el sabor al melocotón y la ciruela. Se venden con ese nombre, mirabeles; lo malo es que son muy estacionales y no aguantan cámara, por lo que no sé si son fáciles de conseguir fuera de Galicia.
mmmmm!! que delicia!!! me encantan las miraveles!! antes teniamos un «priner» que sacaba estas ciruelas y me hartaba de cocinar-las para luego poder desayunar la melmelada!! ahora… ya no tenemos el arbol… snif!! pero solo de ver como te han quedado ya me alimonta! saludos!
Los mirabeles son típicos de un pueblo gallego llamado El rosal, Pontevedra, es una zona rica, donde está el mejor vino albariño del mundo (para mi gusto), dicen que es debido a su microclima… Es una tierra fantástica…
Sí alguna vez van a Galicia no se la dejen atrás sin visitar… De paso que van a las Islas Cíes, acérquense al Rosal, y comprobarán que lo que les digo es cierto!!!