Una preparación sencilla con un resultado sorprendente
Ingredientes
3-4 contramuslos de pollo deshuesados y sin piel – 1 cebolla mediana picada fina – 2 dientes de ajo – 1 trozo de 1 cm de jengibre fresco – zumo de ½ a 1 limón – ralladura de ½ limón – 2 cucharadas soperas de cilantro fresco picado – 1 cucharadita de sal – 1 ó 2 cucharadas de pistachos pelados picados gruesos – 1 cucharada de fécula de patata o harina – pimienta – harina para rebozar – aceite para freír
Hacer un majado con la sal, el jengibre y los dientes de ajo. Introducirlo con el resto de los ingredientes, salvo los pistachos, en el Thermomix, o en el robot de cocina y triturar hasta obtener una picada semigruesa. Debe quedar algún trocito para “morder”. Escaldar los pistachos unos segundos en agua hirviendo y pelarlos. Mezclar con la picada de pollo.
Con las manos, modelar pequeñas albóndigas, de 2 cm más o menos, que se pasan por la fécula de patata o la harina y se fríen, preferiblemente en freidora a 190º hasta que estén doradas. No pasar en exceso, para que el pollo quede jugoso. Servir calientes.
oooOOOooo
Una preparación sencilla y un plato excepcional para los niños, que les encantarán. La fécula de patata le confiere un rebozado diferente y muy particular, así que os animo a probarlo, tanto en este plato como en la preparación de otros ingredientes, como pescados y verduras. La podéis encontrar en cualquier herboristería, y es un ingrediente bastante económico. También se puede emplear como espesante, ya que no deja de ser almidón de patata.
Podéis emplear los pistachos sin pelar, ya que es un trabajo un poco laborioso, pero no os quedarán tan bonitos. Si tenéis tiempo, tan sólo hay que escaldarlos unos segundos en agua hirviendo y presionarlos con los dedos para quitarles la piel. Es más fácil de lo que parece 😀
Debe estar conectado para enviar un comentario.